La Masonería antigua

Se conoce como Masonería antigua a aquella que se dedica a estudiar, recaudar e insertar en el corpus de conocimiento que se refiere a las fuentes primigenias de la vida iniciática entendida ésta como algo previo a las formas modernas de la Masonería Universal.

Los grandes Maestros que nos han precedido lograron entrar en contacto y conocer diversas escuelas que siglos atrás cultivaron el espíritu humano a través de variadas formas rituales. Las mencionadas fuentes de la verdadera Masonería son indiscutiblemente alquímicas y medievales, y de ellas, hay otras formas más que fueron conservadas y veladas en el conocimiento de la alquimia europea y en lugares remotos del oriente medio y por supuesto, del lejano oriente. 

Es así que la Masonería Universal, y especialmente aquella de Menfis - Mizraim, recauda experiencias y conocimientos que provienen de las Órdenes de Caballería medieval y cuyas sustentaciones son una sabiduría muy poco conocida en América Latina.

De igual manera, podemos sustentar la herencia de la alquimia manifestada en numerosos tratados del medievo y develados por nuestra Orden en la construcción de nuestros Ritos. Es así como se puede entender hoy en día lo codificado en las tallas de piedra que los canteros cofrades constructores dejaron para nuestra ilustración. La realidad es que los primeros masones especulativos estuvieron tallando la piedra para ubicarla en las grandes catedrales europeas del medioevo.

Incluso, esos grandes constructores legaron el conocimiento de esa magnífica ingeniería a generación posteriores que se materializó en el nuevo mundo con la construcción de las grandes catedrales mexicanas que aún disfrutamos y que se mantienen en pié desafiando el tiempo y las dificultades, como la Catedral Metropolitana de México, la de Puebla, la de Mérida, entre otras, algunas de ellas sometidas a numerosos terremotos en el curso de los siglos recientes.