Los Grandes Masones de México: forjadores de una Nación

La Masonería ha sido una fuerza subyacente en la historia de México, moldeando las ideas y acciones de muchos de sus líderes. Desde la lucha por la independencia hasta la Revolución Mexicana, los masones han desempeñado un papel crucial en la construcción de la nación.

Durante el siglo XIX, la Masonería mexicana se convirtió en un semillero de ideas liberales y progresistas. Muchos de los insurgentes que lucharon contra el dominio español eran masones, como Miguel Hidalgo y Costilla. Estos hombres, inspirados en los ideales de igualdad, fraternidad y libertad, contribuyeron a gestar una conciencia nacional y a sembrar las semillas de la República. Los masones participaron activamente en la redacción de las primeras constituciones y leyes, promoviendo valores como la tolerancia, la separación de la Iglesia y el Estado, y la educación laica.

A finales del siglo XIX y principios del XX, México se encontraba sumido en una profunda crisis política y social. En este contexto, la masonería jugó un papel fundamental en la Revolución Mexicana. Muchos de los líderes revolucionarios, como Venustiano Carranza, Francisco Madero y Lázaro Cárdenas, eran masones. Estos hombres, inspirados en los ideales masónicos, lucharon por una sociedad más justa y equitativa, donde se respetaran los derechos de todos los ciudadanos.

La Revolución Mexicana fue un hito en la historia de México, y la Masonería contribuyó de manera significativa a este proceso. Los revolucionarios masones promovieron reformas sociales y políticas que modernizaron el país y sentaron las bases del México contemporáneo, por ello, en la patria mexicana ser masón es seguir estas huellas históricas y sociales.